Visión general de la sobremordida

La sobremordida es una de las maloclusiones más comunes, señala el equipo de la clínica dental del Dr. García Espona, especialistas en Invisalign Granada. Si el ortodoncista y su equipo le han diagnosticado una sobremordida, es probable que tenga muchas preguntas. ¡Vamos a tratar de responder a algunas de ellas!

¿Qué es una «sobremordida»?

Una maloclusión es otra manera de decir que usted tiene un problema con su mordida, que es la forma en que sus mandíbulas y los dientes encajan cuando usted muerde. En una mordida sana, los dientes superiores sobresalen ligeramente de los inferiores y se solapan ligeramente con ellos. Una superposición normal se considera generalmente de uno o dos milímetros.

Una sobremordida es una maloclusión de Clase II, y significa que los dientes frontales superiores cubren más de los dientes inferiores de lo que deberían. Pero eso es una definición muy general, y vamos a diagnosticar y tratar su propio, muy específico, la mordida y la alineación de los dientes.

Porque las sobremordidas no son todas iguales. Pueden ser apenas perceptibles. Los dientes superiores pueden solaparse con los inferiores uno o dos milímetros más. En las sobremordidas más graves, los dientes superiores pueden cubrir por completo los inferiores. El grado de superposición y la causa de la sobremordida determinarán su tratamiento.

¿Qué causa una sobremordida?

Las sobremordidas pueden ser dentales, causadas por la alineación de los dientes, o esqueléticas, causadas por el desarrollo óseo, o una combinación de ambas. Suelen ser hereditarias, por lo que, en la mayoría de los casos, se nace con una sobremordida.

El tamaño y la posición de los maxilares y la forma y posición de los dientes influyen en la alineación de la mordida. Pero los hábitos orales tempranos, como chuparse el dedo o usar chupete de forma prolongada y vigorosa, pueden contribuir al desarrollo de la sobremordida. La falta de dientes y el bruxismo, o rechinar de dientes, también puede afectar a la alineación de la mordida.

¿Cómo tratamos una sobremordida?

Hay muchos tipos de tratamiento disponibles. El ortodoncista le recomendará un plan de tratamiento basado en el tipo y la gravedad de su sobremordida. Debido a que algunos tratamientos son eficaces, mientras que los huesos están todavía en crecimiento, su edad juega un papel también.

    Aparatos y alineadores

Si los problemas dentales son la causa principal de su sobremordida, los aparatos de ortodoncia o los alineadores transparentes pueden ser muy eficaces. Se suelen utilizar gomas para alinear los dientes y la mandíbula.

    Aparatos funcionales

Si la sobremordida está causada por un problema en el desarrollo de los maxilares superior e inferior, se pueden utilizar unos dispositivos llamados aparatos funcionales para ayudar a guiar el crecimiento de los huesos maxilares mientras los huesos del niño aún se están formando.

Para los pacientes jóvenes, hay varios aparatos que pueden ayudar a corregir una sobremordida. Algunos, como el aparato de Herbst, se colocan en el interior de la boca, mientras que otros, como los trapecios, se llevan en el exterior. Su ortodoncista le recomendará el aparato más eficaz para sus necesidades.

    Tratamiento quirúrgico

En algunos casos, cuando el problema es más esquelético que dental, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico para remodelar la mandíbula. Esto es especialmente cierto en el caso de los adultos, cuyos huesos han terminado de formarse.

Si recomendamos la cirugía, los cirujanos orales y maxilofaciales son expertos en procedimientos quirúrgicos diseñados para crear una alineación sana y simétrica de la mandíbula. El ortodoncista trabajará con su cirujano para diseñar un plan de tratamiento, que por lo general incluyen aparatos ortopédicos u otros aparatos después de la cirugía.

¿Por qué tratar su sobremordida?

A veces, una sobremordida muy leve no requiere tratamiento. Sin embargo, una sobremordida grave, moderada o incluso leve puede provocar muchos problemas dentales y médicos, entre ellos

    Dientes torcidos y apiñados

    Dientes y esmalte desgastados

    Problemas para hablar o masticar

    Dificultad para dormir

    Dolores de cabeza, facial, y temporomandibular (mandíbula) dolor en las articulaciones