Prueba del Mercedes GLA 250e híbrido enchufable

El Mercedes GLA ha cambiado mucho desde su aparición en 2014. Más que un Clase A elevado, este nuevo GLA 250e tiene ahora un estilo propio. ¿Qué tal si descubrimos un poco más en esta prueba?

Gracias a la tecnología EQ Power, Mercedes ha acelerado enormemente la electrificación de sus modelos y ahora cuenta con una gama completa. Desde el compacto hasta la gran berlina, pasando por algunos SUV, hay para todos los gustos. Sólo queda elegir entre híbrido, híbrido enchufable o 100% eléctrico.

El GLA 250e que hemos probado hoy en el concesionario de coches segunda mano en Madrid Crestanevada, un híbrido enchufable, tiene una batería de 15,6 kWh. Esta gran capacidad, mucho mayor que la de sus competidores, el BMW X1 o el Peugeot 3008, le permite recorrer hasta 63 km sin utilizar una gota de gasolina según el ciclo WLTP, frente a los 50 km habituales. Bueno, en la vida real, estaremos hablando de 40/45 km. Un poco más con todas las condiciones adecuadas (20° en el exterior, sin aire acondicionado, un buen equilibrio de los pedales,…). Pero no está hecho totalmente para montar sólo en esta energía. Si tu trabajo está relativamente cerca de tu casa, y tienes la suerte de contar con estaciones de carga, será ideal para ahorrar en el día a día. Si no es así, seguirá siendo un buen aliado para evitar beber demasiado sin plomo. Según el modo de conducción seleccionado, la recuperación deseada y el nivel de carga, es fácil obtener un consumo de entre 3 y 5 litros a los 100 km. No está mal si tenemos en cuenta que la versión no híbrida de 224 CV supera los 8 l/100. Desgraciadamente, el volumen del depósito, de sólo 35 litros, hace que haya que ir a la bomba con demasiada frecuencia…

Mientras que el GLA 200 comienza en 41.799 euros, tendrás que gastar al menos 49.099 euros para comprar la versión 250e en el acabado Progressive Line. El AMG Line, como nuestro modelo, cuesta 50.599 euros. E incluso más de 59.000 euros una vez que se llega al final del configurador, habiendo optado por una pintura de 800 euros, un head-up display de 1.200 euros, un pack premium de 3.300 euros o un pack de asistencia final de 1.800 euros. No hay que esperar ninguna penalización o bonificación ecológica.

Después de toda esta aburrida información, lo que nos interesa es sobre todo la sensación al volante. Una vez que la batería está llena -cuenta con 1h30/2h en el tipo 2 en un terminal rápido de 7,4 kWh- es hora de salir a la carretera. Desde el primer momento, se aprecia la puesta en marcha y los primeros metros en silencio. Sin embargo, rápidamente noté su mayor inconveniente, el sonido del motor de 4 cilindros. Cuando arranca, hay una flagrante falta de insonorización del bloque motor, los pocos momentos de aceleración franca son realmente desagradables para los oídos…