DS7 Crossback 1.6 THP 225

Aparte del Alpine (y del Bugatti), el DS7 Crossback es sencillamente el coche francés más caro en sus variantes tope de gama. Por eso (re)conduje este SUV, rebosante de ambición, para ver si volvía a sucumbir a esta expresión del estilo francés. Veredicto… El DS7 Crossback, nos gusta en el blog. Y cuando DS, tras unos meses en el mercado que han visto engrosar las carteras de pedidos, declara que está consiguiendo un 75% de nuevos clientes para este DS7, y con una mezcla que vende un 40% de gasolina (¡nada mal!), lanza una versión 1.6 THP 225 que es sencillamente el buque insignia de la marca francesa, no hemos podido evitar sentir curiosidad por probar esta definición. ¿Estás buscando comprar un coche de segunda mano al mejor precio? te recomendamos el concesionario de coches ocasión Madrid Crestanevada. Y tras una larga prueba de conducción, ¡he aquí los 5 puntos que he retenido de él!

  1. Confort

Reconozcámoslo, entre el silencio del motor 1.6 gasolina a regímenes normales, la suavidad de la caja de cambios EAT8 en conducción normal, la flexibilidad de las suspensiones, la excelencia de los asientos y el muy buen nivel de insonorización, es el nivel de confort lo que realmente impresiona al volante de este DS7 Crossback. ¿Pediste una alfombra mágica? ¡Un momento!

  1. El estilo, sin embargo

Cuidado, este es un tema subjetivo donde los haya. O te gusta el estilo o no te gusta; y se oyen voces discrepantes que dicen que los DS están un poco «sobredibujados». Cada uno tiene sus gustos. En lo que a mí respecta, me gusta. Me gusta el aspecto del Audi Q5 (¡no, no es casualidad!), pero con detalles de acabado mucho mejores, ya sean los faros delanteros y traseros o el interior, que está realmente bien pensado en cada detalle. También me gusta el hecho de que, entre la Performance Line, la Grand Chic Opera y otras versiones, DS haya conseguido configurar entornos con personalidades bien diferenciadas.

  1. La calidad del acabado

Ciertamente, este coche de pruebas estaba en el acabado de lanzamiento «La Première», que concentra todo lo mejor que puede hacer el universo DS. Entre los asientos de «correa de reloj», que ya se han visto en otros DS pero que siguen teniendo su efecto, así como el cuero envejecido y patinado «old Cognac», los montajes meticulosos y el reloj BRM (¡soy fan!), uno se siente en este mundo como en casa. Y tanto más cuanto que, volviendo al pequeño 1, el nivel de confort es excelente. En definitiva, si un coche de gama alta te hace querer hacer kilómetros, este DS7 es uno de ellos.

  1. Las cualidades de la carretera

Un pequeño motor 1.6 de gasolina en un SUV grande y paquidérmico, ¿es suficiente? Absolutamente. Y por muchas razones. En primer lugar, porque el DS7 no es tan pesado: de hecho, pesa apenas más de 1.400 kilos, lo que es comparable a un Peugeot 508 new gen. Así que es razonablemente ligero para un SUV, en realidad. Y ya que hablamos del Peugeot 508, tuve la oportunidad de dar una larga vuelta con la versión 1.6 Puretech 180. La base del motor de este DS7 es idéntica, pero si la potencia gana 45 CV, el par motor gana 50 Nm en el proceso con ahora 300 Nm a 1900rpm. Con la calibración adecuada de la caja de cambios EAT8, esto cambia un poco el disfrute diario y lo sitúa en el lado derecho de la barrera del frescor sin esfuerzo. Algunas cifras para ilustrarlo: el «grande» alcanza los 234 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos, mientras que el 180 CV se conforma con 220 km/h (en realidad, nos da igual) pero acelera hasta los 100 km/h en 8,9 segundos. Pero eso tampoco nos importa. Lo que importa es que los 50 Nm extra marcan una diferencia real en el día a día. Por otro lado, el confort ya alabado va acompañado de cierto balanceo y este DS7, a pesar de su nivel de potencia, no se parece en nada a un GTI. Por supuesto, poner el cursor en «sport» lo hace todo un poco más firme, pero el DS7 se aprecia, incluso con 225 CV, sobre todo cuando se conduce suavemente.

  1. La tecnología

Vale, falta un head-up display. Pero por lo demás, el DS7 está bastante al día. Mención especial merece la cámara de visión nocturna, impresionante cuando conduces de noche por Château-Thierry y algún Thierry borracho intenta cruzar por delante del coche, que lo muestra en el salpicadero para que no puedas atropellarlo (preservar a los Thierry es uno de los programas de la ONU, junto con salvar a los pandas y a la ballena jorobada). Eso no es todo: control de crucero adaptativo, una cámara que lee tu nivel de fatiga, suspensión predictiva (una cámara lee las deformaciones de la carretera, de día), esto es un paquete completo, ¿no?