Cómo hacerse una evaluación del rendimiento

Las revisiones del rendimiento pueden ser una herramienta poderosa para evaluar lo que ha conseguido, revisar sus objetivos y valorar la mejor manera de hacer avanzar su empresa. Al revisar objetivamente su progreso y crear un plan de mejora, puede reconocer los futuros esfuerzos exitosos y trabajar en sus deficiencias.

Una revisión del rendimiento es una herramienta que le ayudará a convertirse en un profesional independiente mejor y con más éxito, señala Asesoría Juan Bautista.

Si las palabras «revisión del rendimiento» le provocan pavor o ansiedad, no está solo. En el mundo laboral tradicional, las revisiones del rendimiento suelen ser sesiones que llevan mucho tiempo y en las que los empleados se sienten escrutados o criticados. Entonces, ¿por qué debería someterse a este proceso como profesional independiente? 

La respuesta es sencilla: cuando se hacen correctamente, las revisiones del rendimiento pueden ser una herramienta poderosa para evaluar lo que ha conseguido, revisar sus objetivos y valorar la mejor manera de hacer avanzar su negocio. Una revisión del rendimiento es una herramienta que le ayudará a convertirse en un profesional independiente mejor y con más éxito. Siga estos cuatro pasos para evaluar objetivamente sus progresos y sacar el máximo partido a su autoevaluación.

  1. Recopile datos del año pasado

Si ha pasado por una revisión de su rendimiento como empleado tradicional, el proceso probablemente incluyó aportaciones, comentarios e indicaciones de su jefe. Pero sin ayuda externa, puede resultar difícil saber por dónde o cómo empezar. Con las herramientas y los datos adecuados ante usted, puede ser más fácil realizar una autoevaluación que sea objetiva, eficaz y beneficiosa. Antes de empezar, reúna lo siguiente

  • La versión más reciente de su plan de empresa. Si no tiene un plan de empresa, consulte sus objetivos anuales o medidas para el éxito.
  • Un resumen de la información financiera más importante, incluido su presupuesto.
  • Una métrica de evaluación estándar. Estos formularios suelen ser utilizados por los responsables de recursos humanos que revisan a los empleados utilizando una escala de calificación de lo bien que se ha desempeñado un empleado en cada área. Aunque puede ser difícil ser completamente objetivo al rellenar uno para usted mismo, utilizar estas métricas puede ayudarle a mantenerse lo más imparcial posible.
  • Copias de reseñas o comentarios de clientes. Pueden ser comentarios que haya recibido directamente de un cliente o reseñas de las redes sociales.
  • Cualquier revisión de rendimiento anterior.

En caso de que lo necesite: Cómo redactar un plan de negocio para una pequeña empresa

  1. Revise sus objetivos y logros

Con la última iteración de su plan de empresa o de sus metas ante usted, revise los objetivos que se fijó para sí mismo y para su empresa. Idealmente, éstos ya estarán en una forma que pueda medirse o cuantificarse. En otras palabras, «seguir aumentando la base de clientes» como definición de éxito es más difícil de medir que «ganar cinco nuevos clientes por trimestre». Si se da cuenta de que alguno de sus objetivos es vago y difícil de cuantificar, trabaje para cambiarlo y poder revisar mejor sus objetivos la próxima vez.

Si es posible, divida sus objetivos en incrementos y asigne un nivel de éxito a cada incremento. Por ejemplo, utilizando el objetivo de ejemplo de ganar cinco nuevos clientes por trimestre, ganar un nuevo cliente puede calificarse como «pobre», dos o tres clientes como «adecuado», cuatro clientes como «bueno» y cinco como «excelente».

  1. Evalúe sus progresos

Una vez que tenga en mente un desglose de objetivos, es hora de evaluar lo bien que le ha ido en sus esfuerzos por cumplir cada objetivo. Siempre que sea posible, utilice números y datos concretos para hacer estas evaluaciones. En su mente, puede tener la sensación de que sus niveles de ingresos han sido mediocres, pero los datos financieros o el software que utilice pueden mostrar que ha tenido una mejora constante mes a mes.

Entre una revisión y otra de su rendimiento, intente mantener registros minuciosos que documenten los cambios o los logros. Los datos objetivos pueden ser esenciales para eliminar cualquier sesgo interno que pueda hacerle sobrestimar su éxito o ser demasiado duro consigo mismo.

  1. Redacte un plan de mejora

Una vez que haya completado su autoevaluación del rendimiento, es importante que intente mantener una mentalidad imparcial mientras evalúa su revisión. No deje que sus éxitos se le suban a la cabeza ni que sus deficiencias le desanimen. 

En su lugar, intente hacer una evaluación objetiva de los resultados de su progreso para poder crear un plan de mejoras en las áreas en las que se quedó corto y reconozca sus esfuerzos exitosos para poder continuarlos o incluso mejorarlos. Si ha pasado algún tiempo desde la última vez que actualizó su plan de empresa, ahora puede ser el momento ideal para hacerlo mientras reevalúa sus objetivos empresariales y crea un plan para alcanzarlos.